Por: Lucrecia Planas | Fuente: Catholic.net
Festejamos
a los santos arcángeles y a los santos ángeles custodios. Vamos a
conocer quiénes son, qué nos enseñan y cómo podemos relacionarnos con
ellos.
Los ángeles son mensajeros de Dios. En concreto, los ángeles custodios se encargan de cuidarnos aquí en la Tierra.
Un poco de historia
¿Quiénes son los ángeles? ¿Cuál es su misión?
Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su voluntad divina. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad.
Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su voluntad divina. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad.
Debido
a su naturaleza espiritual, los ángeles no pueden ser vistos ni
captados por los sentidos. En algunas ocasiones muy especiales, con la
intervención de Dios, han podido ser oídos y vistos materialmente. La
reacción de las personas al verlos u oírlos ha sido de asombro y de
respeto. Por ejemplo, el profeta Daniel y Zacarías.
En
el siglo IV el arte religioso representó a los ángeles con forma o
figura humana. En el siglo V se les añadieron las alas como símbolo de
su prontitud en hacer la voluntad divina y en trasladarse de un lugar a
otro sin la menor dificultad. En la Biblia encontramos algunos motivos
para que los ángeles sean representados como seres brillantes de aspecto
humano y alados. Por ejemplo, el profeta Daniel escribe que un como
varón, Gabriel, volando rápidamente, vino a él (8,15-16; 9,21). Y en el
libro del Apocalipsis son frecuentes las visiones de ángeles que claman,
tocan las trompetas, llevan mensajes o son portadores de copas e
incensarios; otros que suben, bajan o vuelan; otros que están de pie en
cada uno de los cuatro ángulos de la tierra, o junto al trono del
Cordero.
La
misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser sus
mensajeros, cuidar y ayudar a los hombres. Ellos están constantemente en
la presencia de Dios, atentos a sus órdenes, orando, adorando,
vigilando, cantando y alabando a Dios y pregonando sus perfecciones. Se
puede decir que son mediadores, custodios, protectores y ministros de la
justicia divina.
La
presencia y la acción de los ángeles aparecen a lo largo del Antiguo
Testamento en muchos de sus libros sagrados. Aparecen frecuentemente
también en la vida y enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, en las
cartas de San Pablo, en los Hechos de los Apóstoles y principalmente en
el Apocalipsis.
Con la lectura de estos textos, podemos descubrir algo más acerca de los ángeles:
Los ángeles nos protegen, nos defienden físicamente y nos fortalecen al combatir las fuerzas del mal. Luchan con todo su poder por nosotros y con nosotros. Como ejemplo tenemos la milagrosa liberación de Pedro que fue sacado de la prisión por un ángel (Hech 12,7ss) y cuando el ángel del Señor detuvo el brazo de Abraham para que no sacrificara a Isaac.
Los ángeles nos protegen, nos defienden físicamente y nos fortalecen al combatir las fuerzas del mal. Luchan con todo su poder por nosotros y con nosotros. Como ejemplo tenemos la milagrosa liberación de Pedro que fue sacado de la prisión por un ángel (Hech 12,7ss) y cuando el ángel del Señor detuvo el brazo de Abraham para que no sacrificara a Isaac.
Los
ángeles nos comunican mensajes del Señor importantes en determinadas
circunstancias de la vida. En momentos de dificultad, se les puede pedir
luz para tomar una decisión, para solucionar un problema, actuar
acertadamente, descubrir la verdad; por ejemplo tenemos las apariciones a
la Virgen María, San José y Zacarías. Todos ellos recibieron mensajes
de los ángeles.
Los
ángeles cumplen las sentencias de castigo del Señor. Como ejemplo
tenemos el castigo de Herodes Agripa (Hechos de los Apóstoles) y la
muerte de los primogénitos egipcios (Ex 12,29).
Los ángeles presentan nuestras oraciones al Señor y nos conducen a Él. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y nos conducirán, con toda bondad, cuando muramos, hasta el Trono de Dios para nuestro encuentro definitivo con Él. Éste será el último servicio que nos presten, pero el más importante, pues al morir no nos sentiremos solos. Como ejemplo de ello, tenemos al arcángel Rafael cuando dice a Tobías: “Cuando ustedes oraban, yo presentaba sus oraciones al Señor” (Tob 12,12-16).
Los ángeles presentan nuestras oraciones al Señor y nos conducen a Él. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y nos conducirán, con toda bondad, cuando muramos, hasta el Trono de Dios para nuestro encuentro definitivo con Él. Éste será el último servicio que nos presten, pero el más importante, pues al morir no nos sentiremos solos. Como ejemplo de ello, tenemos al arcángel Rafael cuando dice a Tobías: “Cuando ustedes oraban, yo presentaba sus oraciones al Señor” (Tob 12,12-16).
Los
ángeles nos animan a ser buenos. Ellos ven continuamente el rostro de
Dios, pero también ven el nuestro. Debemos tener presentes las
inspiraciones de los ángeles para saber cómo obrar correctamente en
todas las circunstancias de la vida. Como ejemplo de esto, tenemos el
texto que nos dice: “Los ángeles se regocijan cuando un pecador se
arrepiente” (Lc 15,10).
La jerarquía angélica
Se
suele enumerar nueve coros u órdenes angélicos. Esta jerarquía se basa
en los distintos nombres que se encuentran en la Biblia para referirse a
ellos. Dentro de esta jerarquía ,los coros de ángeles superiores hacen
participar a los inferiores de sus conocimientos.
Cada tres coros de ángeles constituyen un nivel jerárquico y todos ellos juntos forman la corte celestial.
Cada tres coros de ángeles constituyen un nivel jerárquico y todos ellos juntos forman la corte celestial.
I. Jerarquía Suprema:
• querubines • serafines • tronos
II. Jerarquía Media:
• dominaciones • virtudes • potestades
III. Jerarquía Inferior:
• principados • arcángeles • ángeles
• querubines • serafines • tronos
II. Jerarquía Media:
• dominaciones • virtudes • potestades
III. Jerarquía Inferior:
• principados • arcángeles • ángeles
Serafines:
Son los "alabadores" de Dios. Serafín significa “amor ardiente”. Los
serafines alaban constantemente al Señor y proclaman su santidad. léase
Isaías 6,2.
Querubines:
Son los "guardianes" de las cosas de Dios. Aparecen como los encargados
de guardar el arca de la alianza y el camino que lleva al árbol de la
vida. Entre dos querubines comunica Yahvé sus revelaciones. "Se sienta
sobre querubines".
Se habla de ellos en el Génesis, en el Éxodo, en la visión de Ezequiel (1,4) y en la carta a los hebreos (9,5).
Se habla de ellos en el Génesis, en el Éxodo, en la visión de Ezequiel (1,4) y en la carta a los hebreos (9,5).
Potestades,
Virtudes, Tronos, Principados y Dominaciones: En la Biblia encontramos
estos diversos nombres cuando se habla del mundo angélico. San Dionisio
interpreta los nombres de los diferentes grupos de ángeles como
correspondientes a su grado de perfección. Para San Gregorio estos
nombres se refieren a su ministerio: los principados son los encargados
de la repartición de los bienes espirituales; las virtudes son los
encargados de hacer los milagros; las potestades son los que luchan
contra las fuerzas adversas; las dominaciones son los que participan en
el go-bierno de las sociedades, y los tronos son los que están atentos a
las razones del obrar divino.
Ángeles:
Su misión es ayudar a los hombres a llegar a la salvación eterna,
guiándolos y protegiéndolos de los peligros de alma y cuerpo.
Arcángeles:
Les podríamos llamar los “asistentes” de Dios. Son ángeles que están al
servicio directo del Señor para cumplir misiones especiales.
Arcángel
San Miguel: Es el que arrojó del cielo a Lucifer y a los ángeles que le
seguían y quien mantiene la batalla contra Satanás y demás demonios
para destruir su poder y ayudar a la Iglesia militante a obtener la
victoria final. El nombre de Miguel significa "quién como Dios". Su
conducta y su fidelidad nos deben invitar a reconocer siempre el señorío
de Jesús y a buscar en todo momento la gloria de Dios.
Arcángel
San Gabriel: En hebreo significa "Dios es fuerte", “fortaleza de Dios”.
Aparece siempre como el mensajero de Yahvé para cumplir misiones
especiales y como portador de noticias felices. Por ejemplo, anunció a
Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista, y a la Virgen María la
encarnación del Hijo de Dios.
Arcángel
San Rafael: Su nombre quiere decir “medicina de Dios”. Tiene un papel
muy importante en la vida de Tobías al mostrarle el camino a seguir y lo
que tenía que hacer. Tobías obedeció en todo al arcángel Rafael sin
saber que era un ángel enviado por el Señor. Él se encargó de presentar
sus oraciones y obras buenas a Dios. Y les dejó como mensaje bendecir y
alabar a Dios, hacer siempre el bien y nunca dejar de orar.
Se le considera patrono de los viajeros por haber guiado a Tobías en sus viajes por tierra y por mar. Es patrono de los médicos (enfermedades de cuerpo y alma) por las curaciones que realizó en Tobit y Sara, el padre y la esposa de Tobías.
Se le considera patrono de los viajeros por haber guiado a Tobías en sus viajes por tierra y por mar. Es patrono de los médicos (enfermedades de cuerpo y alma) por las curaciones que realizó en Tobit y Sara, el padre y la esposa de Tobías.
¿Quiénes son los Ángeles Custodios?
Dios
ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el
camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma a este
respecto San Jerónimo: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada
una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para
su custodia”.
En el Antiguo Testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel (1 Reyes 19, 5.)
En el nuevo Testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto.
En el Antiguo Testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel (1 Reyes 19, 5.)
En el nuevo Testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto.
La
misión de los ángeles custodios es acompañar a cada hombre en el camino
por la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo,
protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo.
Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al lado de
cada hombre, en las buenas y en las malas. No se separa de él ni un solo
momento. Está con él mientras trabaja, mientras descansa, cuando se
divierte, cuando reza, cuando le pide ayuda y cuando no se la pide. No
se aparta de él ni siquiera cuando pierde la gracia de Dios por el
pecado. Le prestará auxilio para enfrentarse con mejor ánimo a las
dificultades de la vida diaria y a las tentaciones que se presentan en
la vida.
Muchas
veces se piensa en el ángel de la guarda como algo infantil, pero no
debía ser así, pues si pensamos que la persona crece y que con este
crecimiento se tendrá que enfrentar a una vida con mayores dificultades y
tentaciones, el ángel custodio resulta de gran ayuda.
Para
que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz,
necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. Así
podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro. Debemos confiar
en nuestro ángel de la guarda y pedirle ayuda, pues además de que él nos
guía y nos protege, está cerquísima de Dios y le puede decir
directamente lo que queremos o necesitamos. Recordemos que los ángeles
no pueden conocer nuestros pensamientos y deseos íntimos si nosotros no
se los hacemos saber de alguna manera, ya que sólo Dios conoce
exactamente lo que hay dentro de nuestro corazón. Los ángeles sólo
pueden conocer lo que queremos intuyéndolo por nuestras obras, palabras,
gestos, etc.
También se les pueden pedir favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinado peligro o las guíen en una situación difícil.
El culto a los ángeles de la guarda comenzó en la península Ibérica y después se propagó a otros países. Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494.
También se les pueden pedir favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinado peligro o las guíen en una situación difícil.
El culto a los ángeles de la guarda comenzó en la península Ibérica y después se propagó a otros países. Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494.
¿Qué nos enseñan los ángeles?
A glorificar al Señor, proclamar su santidad y rendirle sus homenajes de adoración, de amor y de ininterrumpida alabanza.
A
cumplir con exactitud y prontamente todas las órdenes que reciben del
Señor. A cumplir con la voluntad de Dios sin discutir sus órdenes ni
aplazando el cumplimiento de éstas
A
servir al prójimo. Están preocupados por nosotros y quieren ayudarnos
en las diversas circunstancias que se nos presentan a lo largo de la
vida. Esto nos debe animar a servir generosamente a nuestros hermanos y a
compartir con ellos penas y alegrías y los dones que nos ha dado Dios.
Nota acerca de los demonios o ángeles caídos.
Dios
creó a los ángeles como espíritus puros, todos se encontraban en estado
de gracia, pero algunos, encabezados por Luzbel, el más bello de los
ángeles, por su malicia y soberbia, se negaron a adorar a Jesucristo,
Dios hecho hombre, por sentirse seres superiores y así rechazaron
eternamente a Dios con un acto inteligente y libre de su parte..
Luzbel, llamado Lucifer, Diablo o Satán y los ángeles rebeldes que le siguieron, convertidos en demonios, fueron arrojados del Cielo y fueron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios. No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales.
Lucifer es el enemigo de Dios, a quien Jesús le llama “el engañador”, “el padre de la mentira”. Su constante actividad en el mundo busca apartar a los hombres de Dios mediante engaños e invitaciones al mal. Quiere evitar que lo conozcan, que lo amen y que alcancen la felicidad eterna. Es un enemigo con el que se tiene que luchar para poder llegar al cielo.
Luzbel, llamado Lucifer, Diablo o Satán y los ángeles rebeldes que le siguieron, convertidos en demonios, fueron arrojados del Cielo y fueron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios. No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales.
Lucifer es el enemigo de Dios, a quien Jesús le llama “el engañador”, “el padre de la mentira”. Su constante actividad en el mundo busca apartar a los hombres de Dios mediante engaños e invitaciones al mal. Quiere evitar que lo conozcan, que lo amen y que alcancen la felicidad eterna. Es un enemigo con el que se tiene que luchar para poder llegar al cielo.
Los
demonios se encuentran organizados en jerarquías, tal y como fueron
creados en un principio, subordinados los inferiores a los superiores.
Satanás y sus demonios comenzaron sus maléficas acciones con Adán y Eva y no se dan por vencidos en su labor. Aprovechan la inclinación del hombre hacia el mal por su naturaleza que quedó dañada después del pecado original. Son muy astutos, disfrazan el mal de bien.
Satanás y sus demonios comenzaron sus maléficas acciones con Adán y Eva y no se dan por vencidos en su labor. Aprovechan la inclinación del hombre hacia el mal por su naturaleza que quedó dañada después del pecado original. Son muy astutos, disfrazan el mal de bien.
¿Es “obligatorio” creer en los ángeles?
Como
se ha mostrado anteriormente, toda la Sagrada Escritura está llena de
versículos y capítulos completos que hablan de los ángeles. Si creemos
en la Sagrada Escritura, no podemos negar la existencia y la acción de
los ángeles.
Además del testimonio de la Revelación, tenemos el de los Santos Padres de la Iglesia quienes nos dejaron bellas y sugestivas descripciones de los ángeles que fueron retomadas por Santo Tomás no sólo en el aspecto teológico sino en un dinamismo cristiano.
La Iglesia ha definido dogma de fe la existencia de los ángeles.
En el Concilio IV de Letrán, en 1215, debido al dualismo que existía en la Edad Media, se explicó que Dios es creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles, de las criaturas espirituales y las corporales, y que a unas y a otras las creó de la nada.
Además del testimonio de la Revelación, tenemos el de los Santos Padres de la Iglesia quienes nos dejaron bellas y sugestivas descripciones de los ángeles que fueron retomadas por Santo Tomás no sólo en el aspecto teológico sino en un dinamismo cristiano.
La Iglesia ha definido dogma de fe la existencia de los ángeles.
En el Concilio IV de Letrán, en 1215, debido al dualismo que existía en la Edad Media, se explicó que Dios es creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles, de las criaturas espirituales y las corporales, y que a unas y a otras las creó de la nada.
En
1870, debido al materialismo y racionalismo que existía en esa época,
el Concilio Vaticano I afirmó de nuevo la existencia de los ángeles.
Pablo VI volvió a poner de manifiesto la existencia de los ángeles en 1968 al formular el “Credo del Pueblo de Dios”.
En la reforma litúrgica de la Iglesia de 1969 quedó establecido el día 29 de septiembre para recordar a los arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel y el día 2 de Octubre como el día para memoria de los ángeles custodios.
Pablo VI volvió a poner de manifiesto la existencia de los ángeles en 1968 al formular el “Credo del Pueblo de Dios”.
En la reforma litúrgica de la Iglesia de 1969 quedó establecido el día 29 de septiembre para recordar a los arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel y el día 2 de Octubre como el día para memoria de los ángeles custodios.
¿Por qué dedicar dos días del año litúrgico a los ángeles?
Es
muy fácil que nos olvidemos de la existencia de los ángeles por el
ajetreo de la vida y principalmente porque no los vemos. Este olvido
puede hacernos desaprovechar muchas gracias que Dios ha destinado para
nosotros a través de los ángeles. Por esta razón, la Iglesia ha fijado
estas dos festividades para que, al menos dos días del año, nos
acordemos de los ángeles y los arcángeles, nos alegremos y agradezcamos a
Dios el que nos haya asignado un ángel custodio y aprovechemos este día
para pedir su ayuda.
Cuida tu fe
Actualmente
se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que
tratan este tema; se venden “angelitos” de oro, plata o cuarzo; las
personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus
nombres. Hay que tener cuidado al comprar estos materiales, pues muchas
veces dan a los ángeles atribuciones que no le corresponden y los elevan
a un lugar de semi-dioses, los convierten en “amuletos” que hacen caer
en la idolatría, o crean confusiones entre las inspiraciones del
Espíritu Santo y los consejos de los ángeles.
Es
verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en la vida
de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les puede
igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses. No son lo único que
nos puede acercar a Dios ni podemos reducir toda la enseñanza de la
Iglesia a éstos. No hay que olvidar los mandamientos de Dios, los
mandamientos de la Iglesia, los sacramentos, la oración, y otros medios
que nos ayudan a vivir cerca de Dios.
Los ángeles y las mentiras de la Nueva Era
Fuente: mercaba.org Autor: P. Daniel Gagnon, OMI
Los ángeles y las mentiras de la Nueva Era
Fuente: mercaba.org Autor: P. Daniel Gagnon, OMI
No
se requiere mucho esfuerzo para darse cuenta que los ángeles están “muy
de moda” hoy día. Los vemos mencionados en la música, el cine (“Tan
lejos, tan cerca” y “Michael”), en series de televisión (“Camino al
cielo”) y exposiciones artísticas que se especializan en ellos (p.e.
Vicky Nigri cuyo ángel favorito es “Uriel” (nombre que no está en la
Biblia).
Existen
clubes de personas interesadas en compartir sus experiencias con
ángeles y como comunicarse con ellos. Se pueden comprar en las tiendas
de los “Malls”, por el correo y aun por el Internet todo tipo de adornos
angelicales y hasta altares completos para su casa. En los puestos de
periódicos y librerías encontramos muchos artículos sobre los ángeles en
las revistas de la N.A.
En
algunos países hay revistas especializadas sobre ellos. Hasta se puede
conseguir catálogos de venta por correo de cosas de ángeles. Hay muchos
centros de información que se especializan en este fenómeno.
Cada
vez más escuchamos testimonios por radio y televisión de personas que
han recibido visitas y mensajes de ángeles, y/o experimentado milagros, y
hasta han sido salvados por ellos.
La Biblia
Antes
de ofrecer nuestra reflexión sobre la enseñanza de la New Age en cuanto
a los ángeles necesitamos saber qué es lo que dice la Biblia de ellos.
Encontramos
la palabra “ángel” en 24 libros de la Biblia: 148 veces en el Antiguo
Testamento y 74 en el nuevo, sin contar con otras maneras de hablar de
ellos. Viene de la palabra griega: angelos, es decir “mensajero”. En al
A.T. la palabra es Malak que probablemente significa “delgado” ó
“embajador”.
Antiguo Testamento
En
todas sus formas el Antiguo Testamento menciona a los ángeles más de
trescientas veces y son llamados generalmente: Bene Elohim “hijos de
Dios”, “ejercito del Señor”, “estrella de la mañana”, “querubines”,
“varones”, “príncipes”, etc. Para el tiempo del Nuevo Testamento
llegaron a ser llamados más como comúnmente como ángeles.
En
el Antiguo Testamento la corte celestial de Dios fue entendida
semejante a la corte de un rey en la tierra. Así estos “Concilios
Divinos” fueron vistos por los profetas como Jeremías. También ver 1 Re
22,19-23.
En
el A.T. “El Ángel del Señor” (Ángel de Yahvé) actuaba en forma a veces
tan poderosa que se identifica con el mismo Dios. Hablar con el era
hablar con Dios mismo, no siempre se distingue. (Ver Gen 16, 7 y 13; Ex
3,2-6)
La
Biblia habla de diferentes tipos de ángeles: los querubines son los que
sostienen el trono de Dios o guardan la entrada del Edén, los
serafines, con sus seis alas, cantan la gloria de Dios (Sal 80,20; Is
6,2; Ez 10,1).
Los
ángeles juegan diversos papeles: anuncian la destrucción de los
enemigos de Dios, protegen al pueblo de Dios (Ex 14,19-20), e
intervienen para dirigir la vida o las acciones de una persona (a
Abrahám que vuelva a Sara, Gen 16,9). Ellos castigan (Gen 19,11) y
perdonan pecados (Ex 23,21-21).
El Nuevo Testamento
En
el N.T. también los ángeles desempeñan varias obras para Dios. Ellos
aparecen y llevan mensajes a Zacarías, a María, a los pastores en Noche
Buena y a José en el sueño. Anuncian la resurrección y explican la
Ascensión de Jesús.
El
N.T. les muestra alabando al Señor (Lc 2,13-14, Ap 5,8-14), pidiendo a
Dios por nosotros (Ap 5,8; 8,3-4), atendiendo a Jesús y a los cristianos
(Heb 1,14, Mt 4,6 y 11) y celebrando el arrepentimiento de un pecador
(Lc 15,10). Los ángeles intervienen para rescatar a los apóstoles (Hch
5,19-20; 12,6-11), guían a Felipe (Hch 8,26), dice a Cornelio que busque
a Pedro (Hch 10-11), informan a Pablo que llegara ala corte del Cesar
(Hch 27,23-24), etc. Aparentemente no se casan (Lc 20,35-36).
Acompañaran
a Cristo en su segunda venida (Mc 8,38; Mt 16,27; 2 Tes 1,7).
Participaran en los acontecimientos apocalípticos del fin del mundo (Mt
13, 41-42) en el juicio final (Mt 24,31; 25,31).
Su
adoración es estrictamente prohibida. Los ángeles se hacen visibles
para confirmar su existencia y para demostrar que son servidores de Dios
y aliados nuestros cuando hacemos la voluntad de Dios. Ellos vienen
para ayudarnos, y cooperan con Dios en nuestra salvación están en la
presencia de Dios, listos siempre para servirle: “oran, adoran, vigilan,
cantan y alaban a Dios y pregonan sus perfecciones. Son, pues,
mediadores, custodios, protectores, y ministros de la justicia divina”.
Los que llevan nombre
Gabriel, Miguel, Rafael
Gabriel:
su nombre quiere decir “Fortaleza de Dios” (Dios es mi guerrero, héroe,
Dn 8, 16, 9,21). Gabriel ayuda al profeta Daniel a entender la última
revelación dada por Dios a Israel. Ayuda también a jeremías (25,11-12;
29,10) a entender que la revelación de la “caída” de babilonia en 70
años trata sobre todo de la venida del reino de Dios después de 70 más 7
años. Es Gabriel que aparece a Zacarías y a María.
Miguel:
significa “Quien como Dios” y es mencionado en varios lugares del
Antiguo y Nuevo Testamento: Dn 10,13 y 21; 12, 1; Jud 9; Ap 12,7. El
protege y defiende a Israel y Miguel en luchar contra el dragón
(=Satanás) en Ap 12,9 donde defiende al nuevo Israel: “La Iglesia de
Cristo”. En judas 9 es llamado arcángel.
Rafael:
quiere decir “Medicina de Dios” (Dios sana), y encontramos a el en el
libro de Tobías (5,4; 5). Como su nombre indica, Rafaela restaura la
vista de Tobías, protege a Tobías en su viaje y le ayuda a encontrar su
futura esposa.
La
Biblia también habla de los ángeles de la Guarda. Deuteronomio 32, 8
dice que Dios asigna un ángel para cada país. Ellos guardan a los
individuos (Mt 18,10) y a comunidades enteras (Ap 1-3). (Ver Ex 23,23;
Sal 91,11; Tob 5, y 12,12)
Los
ángeles de la guarda están constantemente a nuestro lado, no se separan
de nosotros ni un momento, aun cuando estamos durmiendo; y no nos
ayuden solo cuando los necesitamos si no siempre están para protegernos.
Para que nuestra relación con nuestro ángel de la guarda sea mas intima
debemos tratarlo, llamarle, hablar con el, y debemos agradecer a Dios
por este compañero y protector que es una manifestación de su divina
providencia. Como aconsejo el Papa Juan XXIII, recordar que tenemos un
ángel que nos quiere y nos protege debe darnos mucha alegría (9 de
agosto de 1961).
Cristo es su creador
En
el judaísmo antiguo había mucha especulación en cuanto a los ángeles y
demasiada preocupación con ellos. Algunos los adoraban.
Para
los cristianos, el intermediario entre Dios y nosotros no son ángeles
si no Cristo mismo. Es sobre el que los ángeles ascienden y descienden
(Jn 1,51). Los ángeles anunciaron el nacimiento del Salvador (Lc
2,8-14). No son el Salvador.
Los
cristianos disminuyeron la cantidad de especulación y enfoque. Dijimos
que el N.T. prohíbe su adoración (Ap 19, 10, 22,8-9, Col 2,18). San
pablo nos hace recordar que son solamente criaturas (Col 1,16) y que
Cristo es el centro de nuestra fe. El esta encima de ellos (Heb 1,4-6;
Ef 1,21). Los ángeles le adoran a él (Heb 1.6, Ef 1,22-23).
La
doctrina de la Iglesia enseña que los ángeles son criaturas invisibles,
personas finitas que no se ajustan al ámbito de los sentidos. Son
espíritus dotados de inteligencia y voluntad en estado puro que
relacionan con el mundo material. Por su naturaleza, los ángeles son
superiores a todas las demás criaturas, incluso los hombres, y poseen un
intelecto, voluntad y poder superior (2 Ped 2,12). Entienden las cosas
de manera completamente distinta a los hombres. Sin sus limitaciones
materiales que los hombres tienen, ellos captan la verdad total y
completa de un asunto, viendo su principio, y todas las consecuencias y
aspectos al mismo tiempo. A pesar de esto no son omnipotentes como lo es
Dios. Su poder y conocimiento tienen limites (ver Dan 10,13; Mt 24,36; 1
Ped 1,12).
En
cuanto a su naturaleza, los ángeles son espíritus, son llamados
“ángeles” por su FUNCIÓN. No son iguales a los espíritus de los difuntos
(los santos). Ellos anteriormente eran hombres de carne y hueso. Al
contrario, un ángel jamás fue un hombre.
Quizás
sea difícil imaginar tal ser sin un cuerpo. Por eso los representamos
como estatuas por que nosotros somos encarnados y nuestra imaginación se
basa en cosas materiales.
¿Cuantos ángeles son?
En
los evangelios se habla de miríadas y miríadas, pero sin número exacto.
Como dijimos, es dogma de fe que los ángeles existen y que algunos
protejan a naciones y a grupos.
Distintos
autores de la Iglesia han hablado de los “coros angelicales” (las
jerarquías) mencionados en la Biblia, pero sin que se puedan señalar las
diferencias entre unos y otros. El primero que catalogo estas
jerarquías era (pseudo) Dionisio Areopagita (del siglo V).
Además de los “ángeles” y “Arcángeles” ya mencionados, encontramos:
“Serafines”, los que arden con el amor (Is 6,2-6) y guardan la entrada al paraíso (Gen 3,24).
“Querubines”, la figuras que Dios manda adornar el arca (Ex 25,18) y el templo de salomón (1 Rey 6,29-39).
“Virtudes”, Rom 8,38; 1 Co 15,24
“Potestades”, 1Cor 15,24; Ef 1,21
“Principados”, Rom 8,38; 1 Co 15,24
“Dominaciones”, Ef 1,21; Col 1,16.
“Tronos”, Col 1,16.
La
Iglesia no ha definido exactamente en cuanto a las teorías sobre la
jerarquía, es decir no es dogma de fe saber el orden de ellas ni cual
ángel está en una jerarquía más “alta”, o cual es su función
exactamente.
La "New Age"
La
New Age (Nueva Era) ofrece una angelología radicalmente diferente ala
doctrina Bíblica Católica. Vemos esto claramente cuando salió a la venta
en mayo de 1996 el primer tomo de Los grandes temas del Esoterismo
llamado: “los ángeles, hijos de Dios y hermanos del hombre”. Para el
cristiano, no hay nada tan distinto, tan opuesto a su fe que el
esoterismo mezclado con los ángeles de Dios. Otro ejemplo típico, esta
en el libro “ángeles” del ya fallecido teósofo C. W. Leadbeater donde
promueve la creencia en los ángeles, y a la vez la reencarnación y
viajes fuera del cuerpo.
A
continuación unos ejemplos de cómo algunos autores de la New Age
presentan a los ángeles (resaltemos de antemano que todas las teorías
presentadas en estos ejemplos son totalmente erráneas y anti
cristianas).
El
ángel de la guarda al que se refieren las religiones es la propia
chispa de luz que cada hombre lleva consigo y que debe guiarle siempre
en su vida. Cada persona tiene un gran ángel interior y comunicarse con
el es comunicarse consigo mismo, con sus posibilidades y sus deseos de
crecer espiritualmente. Ese ángel interior CRECERÁ mientras busquemos
expandir nuestra conciencia… “(Leonor Alazraki en Jarque y Rivas, p. 98
Énfasis mío). Ella distingue entre ángeles interiores y los mensajeros
exteriores de Dios.
La
New Age es casi politeísta en su entendimiento de ellos: Dice Jarque y
Rivas (apéndice dos) que los ángeles no solamente tiene países bajo su
protección si no que también ciertos ángeles se encargan de los meses
(p.e Gabriel es Enero, “Barchiel”, Febrero, “Uriel” es Septiembre) días
de la semana (Gabriel es lunes, Miguel es Miércoles), y aun ¡los doce
signos del Zodiaco (Tauro es “Amodel”, Libra es “Uriel” y Acuario es
“Gabriel”)!
“Los
ángeles atraen la suerte, dan suerte, son la suerte. Nadie que este
rodeado de ángeles podrá tener mala suerte…” (Cruz, p.10).
Otros
autores dicen que los ángeles son como extraterrestres (ovnis) (ver
Genn williston “UFO’s and Ángels”). En la revista “Angel times” (Tiempos
de Ángeles, aug/sep, 1996) el autor Michele Gold (“Ángels of the Sea”)
escribe que “las delfinas y las ballenas son ángeles del mar”. Su gurú
dice que las delfinas nos están enseñando el amor sin condiciones.
Métodos anticristianos para establecer comunicación con los ángeles
Comunicarse
con los ángeles es parte del fenómeno de la Nueva Era Si uno necesita
consejo sobre algo en la vida, ¿Por qué no preguntar a tu ángel de la
guarda? ¿Quién te conoce mejor?
H.C.
Moolenburgh, un médico holandés, dice que podemos comunicarnos con los
ángeles a través del autocontrol y la meditación además del sueño y la
oración. Los autores dicen que tenemos que orar con la actitud de que lo
que pedimos es un hecho ya.
Para
la New Age, la persona vacía la mente para conseguir una conciencia
alterada, un estado como de trance para “comunicarse” con un ángel.
Hasta se puede repetir la palabra “ángel” como mantra para este fin. La
médium-canalizadora (“channeler” en ingles), pata Rodegast ha estado
recibiendo mensajes de “un ángel” llamado Emmanuel desde que ella
comenzó a practicar la Meditación Trascendental de Maharishi hace más de
treinta años. “Emmanuel” enseña la reencarnación. Se supone que
anteriormente era un hombre “muy rico” que se evoluciono a un ángel en
el año 1500 D.C. “yo soy tú, sin tu miedo” dice Emmanuel… Es monismo.
Otra
manera de ponerse en contacto con los ángeles -según la Nueva Era- es
por la visualización (o la imaginación guiada). En esta la persona
imagina algo para que le ayude a alternar la conciencia por ejemplo: “En
ojo de la mente imagina una calle. Imagínate caminando por ella. Llegas
a un lugar de mucha paz y tranquilidad. Allí están los ángeles. Una vez
que has llegado allá saluda a los espíritus”.
(Insistimos
todas estas teorías son totalmente anticristianas. los cristianos
sabemos que el único medio de comunicación con los ángeles es la
oración)
Los Falsos Cristales Angelicales
Según
la Nueva Era también se pueden utilizar cristales y gemas para
comunicarse con los ángeles. Existe lo que la New Age llama “cristales
querúbicos”. Son cristales que uno activa durante la meditación y luego
son “cargados” de energía por los mismos ángeles. Uno toma el cristal en
ambas manos, pide en voz alta para que el poder y la sabiduría de los
querubines pase por uno y llegue al cristal para que este pueda ser
cargado por las vibraciones de los querubines. Tiene su poder. Catalina
Tapia habla de utilizar piedras de estaño y cobre para invocar a los
“Ángeles Mágicos” que son “Dagiel, Abriel, Uriel, Verechiel y Uriel”.
Se
puede ser contacto con los ángeles por medio de coordinar los colores
de la ropa. Por ejemplo a los ángeles de la guarda les gustan los
colores de tinta rosa, a los ángeles de sanación les gusta azules
fuertes, a los serafines les gusta el rojo. Al arcángel Miguel le gusta
los verdes, oro y rosa, y a Gabriel los colores cafés y beige. Para
atraerlos hay que vestirse según su color favorito.
Otra
manera de comunicarse con los ángeles es escribiéndoles cartas. Se
comienza la carta saludando a un ángel de la guarda, y luego se deja que
las palabras “salgan” por si misma. Y si quieres que los ángeles te
escriban, toma una pluma o el teclado de la computadora y “rinde tu
mente al mundo angélico”, dejando las palabras fluir por si mismo. (Con
tal de que tu mente sea pura). Es un tipo de escritura automática común
en el espiritismo especialmente.
La
creencia de la N.A. es que todos los Ángeles son suaves. Pero la Biblia
dice que esto no es verdad. Según la Biblia existe dos formas en el
cual aparecen los ángeles: Vienen como seres gloriosos como los que se
les aparecieron a los pastores en Noche buena y más como los que se
aparecieron a Isaías (Cap. 6). También aparecen como seres humanos (Gn
18). Pero para la N.A. los ángeles aparecen como intuiciones, luces
encima del agua, en nubes, en el arco-iris, y hasta en aves, cuando uno
esta leyendo un libro y una brisa hace voltear la página para que los
ojos se concentren en una frase. Pueden comunicarse por medio de
palabras de una canción por la radio. En fin son todas experiencias
subjetivas.
La
Biblia nos recuerda que no todas las experiencias con los ángeles son
verdaderas. Pablo dice que el diablo se disfraza como ángel de luz (2
Cor 11,14).
Y
a Timoteo escribió que: El espíritu dice claramente que en los últimos
tiempos algunos se apartaran de la fe, siguiendo a espíritus engañadores
y enseñanzas que viene de los demonios (1 Tim 4,1).
La
misma autora esotérica, Catalina Tapia advierte: “Antes de trabajar con
seres de luz, ángeles y entidades Superiores, debemos tomar conciencia
de que es abrir nuestro corazón… debemos saber cuales son los riesgos y
por que crisis espirituales podemos atravesar y que obstáculos se nos
van a presentar antes de poder contactar a esas entidades luminosas” (p.
38. Énfasis mío).
Conclusión
Yo,
como católico creo firmemente en la existencia de los ángeles. Creo que
es bueno orarles para que nos ayuden. Jesús mismo fue servido por ellos
en el desierto (Mt 4,11) y en su agonía (Lc 22,43). Lo que la Iglesia
advierte es que no hagamos demasiada especulación en cuanto a ellos.
Basta por ejemplo con que nuestro ángel de la guarda nos haga recordar
la Providencia de Dios que nos cuida aun mucho más que a las aves del
cielo (Mt 6,26). Y, por supuesto jamás puede el cristiano creer, y aun
menos practicar el esoterismo.
Dios
creo a los ángeles para hacer su voluntad. Quizá no actúan en manera
tan espectacular como en la Biblia pero siguen haciendo su voluntad.
Dios nos quiere proteger por medio de nuestro ángel de la guarda y nos
defiende del mal por la oración a San Miguel Arcángel. Le damos gracias
por habernos dado estos hermanos espirituales para ayudarnos a llegar
con ellos al cielo y, así gozar eternamente en la presencia del Padre.